Como ya sabéis, este curso estamos trabajando la alimentación y la importancia de tener hábitos saludables.
Pero... ¿Cómo podemos hacer que la alimentación que llevamos sea mucho más positiva para nosotros?
Fina y Maribel, que son payesas muy experimentadas, han venido a nuestra clase para hablar del tema y explicarnos la importancia del consumo local y de los productos agrícolas de temporada, de proximidad y ecológicos, es decir, los productos de agricultura ecológica.
¿Y sabéis qué es lo más importante de la agricultura ecológica?
Que con ella no solo consumimos alimentos sanos, sino que conseguimos que todo lo que nos rodea, es decir todo el ecosistema (plantas, animales, personas, agua...) esté sano.
Pero lo más interesante....
Nos han ayudado a entender QUÉ ES LA SOBIRANIA ALIMENTARIA.
Para ello, nos hemos imaginado que, tras una catástrofe mundial, nos hemos quedado aislados aquí, en Ibiza, y a causa de ello, hemos tenido que inventar una manera para poder subsistir y sobrevivir a esta situación.
Sabemos que el 98% de los productos que consumimos habitualmente provienen de fuera de la isla, pero resulta que, culpa de esta catástrofe, no nos llegan ningún tipo de productos ni alimentos.
¿Qué podemos hacer?
Nuestra solución pasa por imaginar que tenemos un huerto (en el que plantaremos alimentos para sobrevivir), tener animales (como ovejas, vacas, gallinas, bueyes, gallos...) para poder sacar leche, carne, lana, piel para hacer ropa y zapatos, huevos, queso; abejas, para poder sacar miel y fomentar la polinización de las plantas; un caballo para poder desplazarnos a diferentes sitios, o para arrastrar materiales; un burro para hacer moler trigo y obtener harina, i arar la tierra y realizar tareas del campo; Podríamos tener árboles, para poder sacar madera y construir casas o calentarnos; podríamos plantar trigo, para obtener semillas y alimentar a los animales, para hacer harina y producir pan; podríamos cavar pozos y crear cisternas para recoger agua; podríamos ir a pescar y también desalar el agua para obtener sal (no sólo para cocinar, sino también para conservar los alimentos); aprovechar los excrementos de animales para tener abono para nuestras plantas; podríamos plantar árboles fruteros....
Pero.. ¿todo esto lo podríamos hacer solos?
Nos hemos dado cuenta que hay mucho trabajo y necesitaríamos ser muchos para poder cuidar de todo.
De aquí la importancia de aprender a trabajar y cooperar todos juntos para llevarlo a cabo y seguir adelante.
Entre tod@s tendríamos que ayudarnos, trabajar, compartir conocimientos y organizarnos para que funcionara.
Pero... ¿Cómo empezaríamos? ¿Cómo podríamos ponerlo todo en marcha?
Uno de nosotros ha comentado que, para empezar con el huerto, podríamos aprovechar las semillas de algunos de los alimentos que ya teníamos para poder sembrar de nuevas.
Pero nos hemos dado cuenta que tal vez estas semillas no nos podrían servir, pues son semillas híbridas (semillas que han sido modificadas culpa de los productos químicos que se le han añadido a lo largo de los años).
Así pues, deberíamos encontrar semillas autóctonas (sin modificar de forma química) para poder garantizar que lo que plantara creciera y nos produjera nuevos árboles y plantas.
Por suerte, nuestras anfitrionas Fina y Maribel nos han traído una caja llena de pequeños tesoros:
- Una caja llena de semillas originales; semillas que no han sido modificadas.
Fina y Maribel, junto con otro pequeño grupo de personas, se están esforzando mucho para conseguir la recuperación de este tipo de semillas, y hoy nos han llevado muestras para que las podamos conocer y plantar en casa.
Por suerte, nos han explicado también como hacerlo.
Solo nos falta ponerlo en práctica y cultivar nuestras propias hortalizas.